Mientras se espera que se retome el debate en torno a la propuesta de ley S.744, “Seguridad fronteriza, oportunidad económica y modernización de la inmigración 2013”, aprobada por el Senado y ahora en la Cámara de Representantes, se realizan distintos foros y talleres en Chicago.

Por ejemplo, el domingo pasado hubo un taller informativo llamado “¿Qué onda con la reforma migratoria?”, organizado por la Campaña por Una Moratoria a las Deportaciones.

A este taller asistió el inmigrante mexicano Carlos Rodríguez, de 37 años, quien vino desde Des Plaines para informarse sobre la iniciativa de ley.

“Tenía mucha información de lo que decían en las noticias, en la tele; pero en este taller educativo me dieron un punto de vista totalmente diferente”, comentó.

Rodríguez dijo a La Raza que “si esta reforma la ven detalladamente, clasifica a la gente”.

“No es una reforma migratoria justa porque las personas que no serán elegibles para esta reforma serán más marginalizadas. Es injusto porque son personas igual de productivas que las que sí califiquen”, declaró.

Por su parte, Gerardo Calvillo, vecino de Rogers Park y voluntario en la organización Communities United Against Foreclosure and Eviction, dijo haber leído varias partes del proyecto de reforma migratoria y buscado información por Internet.

“No estoy de acuerdo con todo, pero me gustaría informarme más en algunas partes del proyecto de ley; siempre hay que educarse un poquito más”, opinó.

CRITICAN EL PROYECTO

Durante el taller, José Herrera, coordinador de la Campaña, citó partes del documento legal y mostró un video sobre dicha iniciativa de ley.

También se abordaron los temas de trabajadores huéspedes; militarización en la frontera; camino a la ciudadanía; mitos, mentiras y verdades sobre la reforma migratoria; implementación del sistema E-Verify; y las implicaciones al obtener el estatus de Inmigrante Provisional Registrado (RPI).

“El gobierno dice que lo máximo que podrían calificar serían cuatro millones de los 11 millones de indocumentados; pero nosotros pensamos que va a ser tal vez mucho menos, teniendo en cuenta que hay que cumplir con todos los requisitos, como por ejemplo el pagar los impuestos atrasados, no haber sido condenado por delitos graves, ni haber emigrado después del 31 de diciembre del 2011”, mencionó Erin Raether, integrante de la Campaña.

“El llegar a obtener ese estatus de RPI nos hace muy vulnerables porque por cualquier cosa te lo pueden quitar, te lo pueden revocar. Y los que no califiquen, no van a poder seguir en sus empleos”, comentó Herrera.

Asimismo, Herrera dijo que hay organizaciones grandes sin fines de lucro, tanto nacionales como locales, que se beneficiarían de aprobarse este proyecto de ley.

“Muchas de esas organizaciones empujan el mensaje de una reforma migratoria; pero nosotros sabemos que hay otros intereses”. “Nuestra forma de organizar es totalmente diferente, nosotros educamos a la gente. No queremos caer en aceptar cualquier cosa que nos den”, expresó.